Después de los partidos de Nueva Zelanda en las instancias finales de la Copa Mundial de Rugby en 2019, escribí dos artículos para “The Rugby Site” analizando algunos aspectos cruciales de la estructura de su ataque.
vs Irlanda en los cuartos de final:
https://www.therugbysite.com/blog/attack/how-the-all-blacks-are-looking-to-beat-the-rush-in-japan
vs Inglaterra en las semis:
https://www.therugbysite.com/blog/defence/england-vs-new-zealand-what-a-difference-a-week-makes
Esos artículos analizan como los All Blacks encontraron espacios después un ruck contra la línea de touch. Usaron dos forwards, como opción de pase del medio scrum o en falso corriendo cerca del ruck, y un grupo de 3 forwards formado por fuera del 10:
Contra Irlanda, los All Blacks superaron la rush defence para penetrar por el centro de la cancha:
La semana siguiente, Inglaterra pudo defender esta forma de ataque:
El capitán Kieran Read es tackleado en cuanto recibe el balón por el número 7 de Inglaterra Sam Underhill abriendo la oportunidad a un cambio de posesión.
Mucho ha cambiado desde Japón 2019, específicamente en como debe jugarse el ruck. En los cambios de las leyes de la World Rugby en 2020 se decidió agilizar esa formación.
La velocidad del ruck significa que hay menos tiempo para el ataque y la defensa en reorganizarse. Esto provoca un aumento en la cantidad de fases “a un solo pase” alrededor del ruck.
Miren a la siguiente secuencia de los All Blacks vs Argentina en el Rugby Championship:
Hay tres rucks en menos de 16 segundos y cuatro fases de ataque que duran 18 segundos. Cada ruck genera una pelota muy rápida de en menos de 2 segundos y no se generan pases después del primer receptor. Algo va a fallar en la defensa y en este caso se produce el quiebre por el centro de la cancha del 8 Hoskins Sotutu.
¿Cómo ésto impacta en la estructura de ataque de los All Blacks cuando la formación se produce cerca del touch y ocupan el ancho del campo?
En vez de usar los dos forwards en falso y a los tres forwards fuera del 10 en el medio del campo, hay al menos cuatro jugadores de NZ cercanos al ruck.
El jugador del medio de esos cuatro forwards tiene opciones dentro y fuera, además de los dos armadores de juego por detrás – J. Barret y D. Mckenzie –
Este es el mismo escenario en el otro lado de la cancha. Otra vez, hay cuatro forwards jugando muy juntos y con McKenzie y Barret solo a unos metros del portador del balón.
La idea es no mover el balón al centro de la cancha desde esta formación. Después el segundo pase, se juega un pase corto a J Barret que entra en ángulo en dirección al primer receptor, no muy lejos de el:
En esta ocasión, McKenzie pide el balón, pero utiliza a J Barret para pasarle el balón muy cerca de la línea defensiva y atacar el espacio que se genera entre el cuarto y quinto defensor. Generando un miss match entre los dos primeras líneas.
En esta imagen podemos ver a J Barret y a G Bridge en el espacio interno de los forwards a la izquierda, con McKenzie ofreciendo una opción en el otro lado.
Como podemos ver el juego ha evolucionado hoy en día, y podemos concluir que al ganar tres mini rucks en menos de 16 segundos reducimos el tiempo drásticamente de la defensa a reorganizarse.
Hay menos tiempo para reorganizarse en ataque también, y aplicar el método 2-4-2 (usualmente utilizado por Canterbury). Asique los All Blacks buscaran aumentar la cantidad de forwards y sumar un back mas cercano al ruck. Esto nos permite intuir el futuro.
Este tipo de juego fue una constante. Aquí vemos a McKenzie jugando con los ángulos de carrera de J Barret. de manera opuesta a la opción anterior.
El resultado de tener rucks más veloces generados por los cambios en las leyes del 2020 ha motivado a los wines y full backs a moverse mas al centro de la cancha para encontrar juego en la mitad del campo de juego.